La Unión Europea, la semana pasada tuvo que posponer una votación crucial acerca de la prohibición de los vehículos de combustión en 2035. Este revés es toda una sorpresa teniendo en cuenta que el acuerdo entre los 27 Estados miembros de la UE y el Parlamento se obtuvo en octubre del pasado año, cuando se anticipó que esta votación sería solo una formalidad. Además, no ha sido como resultado de la posición de Alemania.
Como se mencionó anteriormente, los Estados miembros, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, en octubre de 2022, llegaron a un acuerdo para prohibir los vehículos de gasolina y diésel tras un año de negociaciones. Los representantes de los 27 sacaron adelante el acuerdo un mes después, en noviembre, y el Parlamento Europeo emitió la aprobación en febrero. La votación de los embajadores de los 27, que debía realizarse el 7 de marzo, era el único trámite pendiente y para el cual no hay fecha disponible actualmente.
Suecia, fue la encargada de realizar el anuncio a través de Daniel Holmberg, puesto que ejercerá la presidencia de turno de la Unión Europea durante el primer semestre de 2023. Ratificó que la votación se había suspendido y dijo que se discutiría una vez más “a su debido tiempo”, dependiendo de las negociaciones que ya están en curso entre Alemania y Europa.
Los combustibles sintéticos
El Consejo Europeo solicitó una excepción para la nueva norma en noviembre de 2022, un mes después de conseguir el acuerdo, para que los vehículos de combustión pudieran seguir fabricándose mientras fueran propulsados por combustibles sintéticos y neutros en CO2. Sin embargo, el Parlamento Europeo decidió no incluir tal privilegio.
Alemania, hace unos días, recuperó esa solicitud para la Comisión Europea que, actualmente, solo está obligada a presentar una propuesta (sin fecha aún) y realizar una revisión de la medida en 2026. Razón que ha llevado al Ministro de Transporte, Volker Wissing,a revelar el cambio de postura de su nación: Alemania no ofrecerá su aprobación final.
El bloqueo de Alemania
Frente a la amenaza de bloquear la votación prevista para el 7 de marzo, decidieron postergarla. Actualmente, la Unión Europea esta trabajando para encontrar una solución que convenza a Alemania: probablemente se llegue a un compromiso incluso si eso signifique retrasar la aprobación final.
Ambas partes, están manteniendo conversaciones para llegar a un acuerdo que permita la existencia de coches de combustión que funcionen con combustibles sintéticos a partir de 2035. Es difícil llegar a un acuerdo antes de las elecciones parlamentarias de la UE porque crear una excepción es un proceso muy técnico. Todo apunta a que Europa le da a Alemania una garantía de que esta exención se otorgará durante la revisión prevista para 2026.
Consecuencias de las decisiones
La descarbonización del transporte se considera un pilar fundamental de los objetivos de Europa para disminuir las emisiones en un 55% esta década y alcanzar, en 2050, la neutralidad climática. Sin embargo, hay preocupaciones acerca del impacto que esto tendrá en el sector automotriz europeo.
Ford proporcionó un buen ejemplo de esto el mes pasado cuando anunció que eliminaría 3.800 puestos de trabajo en toda Europa, siendo los empleados en Alemania y el Reino Unido los más afectados negativamente.
Las personas que ven los combustibles sintéticos con cierto escepticismo se encuentran en el otro lado de la balanza. Dado que actualmente son extremadamente escasos y son significativamente más caros que los combustibles convencionales, muchas personas no creen que sean la solución.