La Guardia Civil logró desarticular en Cataluña una red de narcotráfico a gran escala y receptación de dispositivos electrónicos previamente sustraído. En esta operación han sido detenidas al menos 50 personas de nacionalidades española y marroquí, a las que se les ha acusado de delito de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales, y han intervenido 5,7 toneladas de hachís.
Una treintena de los detenidos ya han sido ingresados a prisión. La operación, llamada «Rescatada», dio inicio en 2019 y tuvo su punto culminante el pasado 30 de agosto, con la interceptación de dos camiones recién cargados con 4,5 toneladas de hachís transportados por una narcolancha hasta la cala Vallcarca de Sitges, Barcelona, en El Garraf.
Así fue el operativo “Rescatada”
Durante este dispositivo policial, que llevó a cabo el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil, 17 personas fueron detenidas y se intervino también dos armas de guerra y tres armas de fuego cortas cargadas y listas para ser usadas que portaban los arrestados para «protegerse» de los vuelcos, es decir, el robo de la droga por parte de otro grupo criminal, así lo explicó este miércoles el jefe de la Guardia Civil en Cataluña, José Luis Tovar.
Junto con el máximo responsable del instituto armado en Cataluña, el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, el jefe de la Guardia Civil en Barcelona, Pedro Antonio Pizarro, y el jefe de la unidad de policía judicial de Barcelona, Juan Carlos Cuartero, dieron a conocer todos los detalles de esta macrooperación.
«La operación no es más que un indicio añadido a una tendencia que venimos observando desde hace dos años, que es el desplazamiento cada vez más hacia el norte de la costa española de los desembarcos de droga», subrayó Tovar, destacando que este es un nuevo reto que se encuentran enfrentando los cuerpos policiales en Cataluña.
Se trata entonces de «uno de los golpes más importantes que ha realizado la Guardia Civil al tráfico de hachís en Cataluña en los últimos años», dijo Prieto.
Armas intervenidas
La operación fue realizada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Barcelona y dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 2 de Sagunto (Valencia), habiendo colaborado en la misma diferentes unidades del cuerpo, además de varias agencias estatales.
De igual forma, en dicha operación también se intervino aproximadamente 325.000 euros en metálico y 275.000 euros depositados en cuentas bancarias asociadas a la organización, así como dos armas de guerra, tres armas de fuego cortas y ocho vehículos de gama media-alta.
Otra de las ramificaciones de esa organización se dedicaba también al robo y receptación de dispositivos electrónicos con destino a un país del continente africano, de los que se recuperó 297 y devolver a sus legítimos propietarios 120 de los mismos.