Claves del acuerdo fiscal que permitirá a Cataluña recaudar todos sus impuestos y las repercusiones para el resto de España
El Gobierno central y la Generalitat de Cataluña han acordado este lunes las bases del nuevo modelo de financiación singular para la comunidad autónoma, un sistema que busca que Cataluña recaude el 100% de sus impuestos y luego transfiera una parte al Estado. Pactado entre PSC y ERC, este acuerdo aún sin plazos ni cifras definitivas ya desata una fuerte polémica política.
¿Qué es la financiación singular de Cataluña?
La financiación singular de Cataluña está inspirada en el modelo del «cupo vasco» y supone un cambio radical en la recaudación de impuestos. Actualmente, la Generalitat gestiona solo el 9% de los tributos catalanes, pero con este nuevo sistema pasaría a administrarlos todos. Posteriormente, transferiría una cantidad al Estado en compensación por servicios como defensa o infraestructuras, además de una partida para garantizar la equidad territorial.
Este modelo fue una de las promesas clave de ERC en las últimas elecciones catalanas y fue asumido por el PSC como parte del acuerdo para la investidura de Salvador Illa. Sin embargo, su implementación requerirá modificaciones legales y un refuerzo de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC).
Principales puntos del acuerdo
La financiación singular se sustenta en tres pilares esenciales:
- Ordinalidad: Cataluña no perderá recursos en comparación con otras comunidades autónomas después de realizar su aportación al Estado.
- Multilateralidad: La comunidad participará en las negociaciones con el resto de regiones.
- Ajuste a la legalidad: El sistema cumplirá con la Constitución y las leyes de la Unión Europea.

El grueso de la reforma se centra en la recaudación del IRPF, para lo cual se creará un grupo de trabajo conjunto entre el Gobierno central y la Generalitat. Sin embargo, aún no se han definido detalles clave, como el porcentaje que Cataluña transferirá al Estado ni los plazos de implementación.
Reacciones políticas y críticas
El acuerdo ha provocado intensas críticas, en especial por parte de la oposición. El PP lo ha calificado de «corrupción política», argumentando que rompe la igualdad entre comunidades. Por su parte, Vox lo considera un «chantaje separatista» que amenaza la unidad de España.
Inclusive dentro del PSOE, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha expresado su disconformidad, asegurando que la medida prioriza “favores políticos” sobre la equidad territorial.
Desde el Gobierno, sin embargo, defienden que el modelo de financiación singular no generará desigualdades y que forma parte de una actualización necesaria del sistema autonómico. Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial, ha afirmado que el Gobierno llevará los cambios legislativos al Consejo de Ministros “con la mayor prontitud”.
Próximos pasos y desafíos
Para que la financiación singular de Cataluña sea una realidad, el Ejecutivo precisará del aval del Congreso de los Diputados, lo que significa negociar con sus socios parlamentarios. ERC ya ha advertido que no apoyará los Presupuestos Generales del Estado si no se cumplen los acuerdos previos.
Además, el modelo podría extenderse a otras comunidades autónomas, siguiendo la línea de la condonación parcial de deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). No obstante, su aplicación generalizada requeriría un amplio consenso político, algo complicado dada la polarización actual.
Conclusión
El nuevo modelo de financiación singular de Cataluña marca un hito en las relaciones fiscales entre el Estado y la comunidad autónoma. Aunque sus defensores argumentan que moderniza el sistema autonómico, sus detractores lo ven como un riesgo para la cohesión territorial. Los próximos meses serán clave para definir si este acuerdo se consolida o se convierte en otro frente de batalla política.