El Baqqali, que pasó este viernes a orden judicial, se entregó a la Guardia Civil, asegurando que fueron maniobras para intentar evitar el choque con la embarcación de los guardias

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate, Cádiz, el viernes ordenó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre imputado por matar a los dos agentes de la Guardia Civil que fueron atropellados por una embarcación cuando cumplían su trabajo en el puerto del municipio gaditano.

La Fiscalía fue el ente que solicitó su ingreso en prisión, petición a la que se sumaron las demás acusaciones comparecidas, luego de que Karim El Baqqali aceptase en su declaración ante la Guardia Civil que pilotaba la que atropelló violentamente a los agentes causando el fallecimiento de ambos.

Esto último fue manifestado en la entrada del Juzgado de Barbate por el letrado de los familiares de una de los fallecidos, Miguel Lozano, quien destacó, que El Baqqali, que fue puesto a orden judicial, se entregó a la Guardia Civil en Barbate, en compañía de un abogado.

El Baqqali, quien fue arrestado la madrugada del pasado jueves, llegó cerca de las 8:40h de la mañana del viernes a la sede de los juzgados de Barbate, en un vehículo proveniente de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, donde ha subsistido desde su arresto.

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Afirma que fueron maniobras para evitar el choque

Tras meses fugitivo en Marruecos, arribó a las costas de Cádiz en una barca que no era una narcolancha, aseguró Lozano. Con vestimenta mojada y en compañía de un abogado, se entregó en la playa de la Hierbabuena, junto al puerto de Barbate donde ocurrió el suceso, señaló.

En su declaración ante las autoridades, el detenido, quien llevaba meses oculto en Marruecos, aceptó que era el piloto de la embarcación que colisionó al menos unas 6 veces con la lancha de los guardias civiles, dijo.

Sin embargo, justificó que fueron maniobras para tratar de evitar el choque con la embarcación de los guardias, como una estrategia de defensa con la que intenta eludir la calificación de los dos decesos como dos asesinatos, y que sean determinadas como homicidios imprudentes, recalcó el abogado. 

Después de 7 meses de arduas pesquisas, El Baqqali, de 32 años, y que tenía varios meses siendo solicitado por los peritos del caso, fue arrestado en la misma localidad de Barbate luego de que se entregara a la Guardia Civil.

Juez considera que El Baqqaly buscó “causar la muerte” de los guardias

El juez que dictó prisión provisional, comunicada y sin fianza para El Baqqaly, considera que este pilotó su narcolancha “con la intención de causar la muerte de los 6 guardias” al chocar con la lancha donde yacían desempeñando su trabajo.

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate, considera que El Baqqaly maniobró con su narcolancha, una de las 6 que estaban en el puerto al momento del suceso, para apartarse a una distancia “suficiente” que le permitiera “regresar hacia el sitio exacto donde estaban los guardias sin desviar la trayectoria”.

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El juez atribuye al acusado, 2 delitos de asesinato consumado, 4 en grado de tentativa, 6 delitos de atentado, 1 de contrabando y otro de pertenecer a una banda delictiva.

En última instancia, el juez decidió ingresarlo a la cárcel para impedir que el detenido huyera de la acción de la Justicia, considerando además a la “pluralidad” de los delitos ejecutados y a la “gravedad” de las penas que pudiesen asignarse.

Según el juez, el acusado se dirigió hacia la lancha de los guardias civiles “para finalmente chocar con ella ingresando con su proa desde babor hasta estribor de la embarcación oficial”, provocando la muerte de dos de los guardias civiles y dejando 4 heridos.

El acusado negó ser el “piloto oficial” de la embarcación

En sus declaraciones, el detenido afirmó que se encontraba “trabajando para llevar de comer” a su familia, que no era el “piloto oficial” de la embarcación y que tenía “días sin dormir”.

Una vez que vio llegar a los guardias civiles aquella noche reconoció que “se asustó” y quiso “salir del puerto lo más rápido posible” pero al tratar de escapar “la embarcación de los guardias civiles se cruzó en su camino y le dio un “golpecito”. En ese instante, pensó que el choque no había tenido “consecuencias” según su declaración”.

El Baqqaly negó ser “un asesino” y afirmó que su propósito es “remediar el daño a los familiares”, que si no se había entregado antes fue por “presiones y amenazas del mundo narco” y que sentía “miedo” por su esposa que está embarazada.

“Cuando ya no corría riesgo” fue entonces cuando tomó la decisión de volver y creyó que estaba “garantizada” su seguridad y la de sus familiares.