El sector público se convierte en un modelo de ahorro energético, ahora las autoridades y las empresas están obligadas a planificar a largo plazo

La Cámara baja del Parlamento alemán aprobó el jueves un proyecto de ley en el que se hace obligatorio el ahorro de energía en todos los sectores económicos. Esta medida ha sido destinada para ayudar a combatir el cambio climático y detener el uso de combustibles fósiles importados.

La nueva Ley de Eficiencia Energética, que ha sido introducida por el Ministerio de Economía liderado por los Verdes, incluye la regulación para el ahorro de energía, tanto en edificios públicos, como en industrias y centros de datos de rápido crecimiento en toda Alemania, todo ello con el objetivo de un recortar el 26,5% para 2030 desde 2008.

Ha salido a relucir por el  constante temor que existe de que los suministros persistentemente bajos de gas ruso puedan provocar escasez. Por ello, el Gobierno alemán incluyó algunas medidas iniciales de ahorro de energía el año pasado, incluida la prohibición de calentar piscinas privadas y alentar a la gente a trabajar desde casa.

Con esta nueva ley, ahora las empresas se verán obligadas a desarrollar planes para ahorrar energía, pero no habrá medidas vinculantes, aseguró un portavoz de la Iniciativa Alemana de Eficiencia Energética, una red de empresas que ha estado presionando por una política ambiciosa en favor del medioambiente.

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En este sentido, el grupo ha dicho que no estaba claro que la ley cumpliera con las regulaciones de la UE o que fuera suficiente para que Alemania pueda alcanzar su objetivo climático para 2030 como se tiene previsto, de reducir las emisiones de CO2 en un 65% en comparación con 1990.

El pasado año 2022, el consumo de energía de Alemania llegó a su nivel más bajo desde 1990, según los datos de la Agencia Federal de Medio Ambiente, pero el país no cumplió su objetivo para 2020 de un recorte del 20% con respecto a 2008.

Ya para marzo, la Unión Europea acordó reducir el consumo de energía en todo el bloque en un 11,7% para 2030 en comparación con las previsiones de consumo de energía que se realizaron en 2020.

Cediendo a la presión de los lobbys industriales, la ley recién aprobada este jueves fue diluida respecto de su borrador original de abril, eliminando algunos objetivos para las empresas industriales y el consumo más allá de 2030.

Por su parte, un grupo que representa a las empresas industriales asegura que esta nueva ley carecía de incentivos positivos para el ahorro de energía y agregó que conduciría a la inseguridad jurídica y limitaría el crecimiento.

«Los objetivos de ahorro ahora estandarizados por ley (…) no pueden alcanzarse de manera realista sin poner en peligro el crecimiento económico de este país», dijo el director gerente de la Cámara de Comercio e Industria de DIHK, Achim Dercks.

Asimismo, Berlín espera una contribución a la eficiencia con unos incentivos para poder fomentar calentadores más eficientes y ecológicos que fueron aprobados por el parlamento cuando inició el mes de noviembre.