La Embajada de España en Caracas permanece en contacto con la Cancillería de Venezuela, a la que ha notificado que intervendrá la protección diplomática y consular de sus ciudadanos
La situación de José María Basoa Valdovinos, de 35 años de edad y Andrés Martínez Adasme, de 32 años, los dos ciudadanos españoles detenidos en Venezuela y relacionados por la izquierda al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), continua sin aclararse. Este lunes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha informado que “sigue exigiendo a las autoridades venezolanas información oficial y confirmada acerca de la detención de dos de sus nacionales, así como una explicación de los delitos de los que se les acusa”.
Basoa Valdovinos y Martínez Adasme, residentes de Bilbao, fueron detenidos en Puerto Ayacucho, donde se encontraban pasando unas vacaciones, según sus familiares. El pasado lunes 9 de septiembre, después de no saber nada de ellos, las familias informaron su desaparición en las redes sociales e hicieron la denuncia ante las autoridades.
Los familiares niegan rotundamente, así como el Gobierno, que ambos españoles trabajan para el servicio secreto. El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, del grupo más duro de la izquierda, les involucró en un complejo complot conspirativo sobre una adquisición de explosivos en conjunto con supuestos integrantes del partido Vente Venezuela del cual es dirigente de la oposición María Corina Machado, y una presunta trama para asesinar a una alcaldesa del chavismo.
Sin mostrar pruebas de las imputaciones, Cabello ha publicado sus fotografías del informe policial en los medios televisivos. Afirmó que ambos se encontraban en una “situación irregular, tomando fotografías” una vez que los arrestaron.
La Embajada de España en la ciudad de Caracas se ha mantenido en comunicación con la Cancillería de Venezuela, a la que ha notificado que intervendrá la protección diplomática y consular de sus ciudadanos. Las autoridades venezolanas no han dado más detalles al respecto. El presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro, aumentó la tensión después de la negociación que convergió en la salida al exilio del candidato de la oposición Edmundo González Urrutia. El candidato opositor había denunciado supuesto fraude en los comicios electorales del pasado 28 de julio, sustentándose en las actas oficiales que recabaron sus testigos, según las cuales obtuvo el triunfo por más de 30 puntos de diferencia.
Tras la arribada de González Urrutia a Madrid continuo la presión del Congreso de España, que exige su reconocimiento como presidente elegido. El presidente español, Pedro Sánchez, permanece en la misma línea de la Unión Europea, pero la simple propuesta desencadenó la furia de Cabello, principal operador político de Nicolás Maduro, quien exigió cortar relaciones diplomáticas y comerciales con dicho país.
La situación se calmó después de una reunión entre el embajador de España en Caracas, Ramón Santos, y el canciller venezolano, Yván Gil, y permitieron inclusive a la vicepresidenta Delcy Rodríguez tener un encuentro con los representantes de Repsol. A estos acciones, continuo el fin de semana pasada la nueva situación por los dos españoles arrestados.
Este lunes, Pedro Sánchez habló sobre Venezuela en un encuentro con los diputados, senadores y europarlamentarios del PSOE en el Congreso, sin embargo, no aludió el caso de los españoles detenidos. Una vez más, Sànchez ratificó su compromiso con la recuperación de la democracia en Venezuela y reiteró en pedirle a Maduro que presente las actas electorales para comprobar, de manera “imparcial e independiente”, los resultados que le dan el supuesto triunfo en los comicios presidenciales.
Hace un par de semanas, los cuerpos de seguridad de Venezuela también aprehendieron a un militar estadounidense al que el jefe del Parlamento venezolano ha implicado en presuntos complots para sacar del poder a Maduro a la fuerza.
Un vocero del Departamento de Estado informó que hay “informes no verificados de otros dos estadounidenses arrestados en Venezuela”, luego de que Caracas difundiera que aparte de dos españoles, también había detenidos por este caso 3 ciudadanos estadounidenses y un checo. EE.UU. desde hace algún tiempo ha advertido a sus nacionales el hecho de no visitar Venezuela a las que ahora se han unido las de otras naciones que piden prescindir de visitar este país y en caso de que ya se encuentren en este territorio apartarse de protestas.